Leí en El País hace poco, pero no recuerdo que día,
un artículo de Manuel Rivas,
“Dios en Marte”
el cuál comienza con una frase “aplastante”,
que según el autor no se erosiona con el paso del tiempo:
"Quien salva una vida, salva el mundo entero"
aunque también podemos decir, que:
"Quien destruye una vida inocente, destroza la humanidad"
Vivimos tiempos difíciles en los que las diferencias
entre los países y los hombres se acrecientan.
Somos testigos mudos de conflictos eternos,
de muertes inocentes, de la degradación del Planeta y de la nuestra propia.
Asistimos a estos hechos desde la costumbre de quien escucha la radio,
ve imágenes en televisión que acaban por no impresionar,
en definitiva,
desde la comodidad de nuestros hogares,
ésa que nos hace tan perezosos y desesperanzados, de alguna forma.
La Esperanza,me enseñaron de pequeña, es lo último que se pierde y añadiría más:
Es lo único que no debemos perder en este Mundo loco en el que vivimos.
Sin ella ¿qué nos queda?
Es tan necesaria como el aire o el Sol,
como el viento, las flores y la buena voluntad de muchos.
Un fiel, enorme e infinito beso a este pueblo...
desde éste dolido y encogido corazón...
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