martes, 6 de enero de 2009

El HoRRoR de VieTnaM




Una de las fotos más impactantes del siglo XX.

La imagen fue tomada el 8 de Junio de 1972 en plena guerra del Vietnam por el fotógrafo vietnamita Huynh Công Út (también conocido como Nick Ut).

En una entrevista el fotógrafo relata como fueron los instantes previos a la toma de la foto.


“Me acuerdo del 8 de junio de 1972. Fui muy temprano en la mañana a la carretera número 1 hacia la aldea de Trang Bang. Llegué a las siete de la mañana, vi intensos bombardeos y combates entre los ejércitos de Vietnam del Norte y Vietnam del Sur y tomé muchas fotografías. En la tarde fue cuando de pronto lanzaron cuatro bombas de napalm sobre la aldea, cerca de la casa de Kim Phuc.

Empecé a ver columnas de humo y mucha gente que salía corriendo. Vi una señora mayor que corría con un bebé en brazos. El bebé había muerto en sus brazos, corría y decía, ¡por favor ayúdenme, por favor ayúdenme!
Entre el humo negro vi a Kim Phuc que corría gritando “¡demasiado caliente! ¡demasiado caliente!, y tomé muchas fotografías. No quería que muriera, dejé mi cámara a un lado, la levanté, le di un poco de agua y la llevé en mi auto al hospital para tratar de salvar su vida. Sabía que si la dejaba allí moriría.“


Kim Phuc, vive en la actualidad en Toronto, es embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ha creado la fundación “Kim Phuc” que se dedica a la ayuda de niños que son victimas de la guerra y la violencia.

En la actualidad guarda buena relación con el fotografo, de la que afirma ser “como una hija” para él.
La fotografía fue foto del año del World Press Photo en 1972 y premio Pulitzer en 1973.




La guerra de Vietnam(1958-1975) fue un conflicto bélico ocurrido durante la Guerra Fría que enfrentaba al eje capitalista, representado por los EEUU y al comunista, liderado por la URSS.

Fue un conflicto largo y sangriento donde, de nuevo, fueron evidentes las atrocidades cometidas por humanos.


Conocemos los efectos del napalm, porque ésta foto dió la vuelta al mundo y removió muchas conciencias. Algunos historiadores, incluso, achacan la retirada de los EEUU de ese conflicto entre otras causas, debido a esta imagen tomada por el fotógrafo vietnamita Nick Ut, en la aldea Trang-Bang.


Pero hubo más horrores en esta guerra, como en muchas otras.

Los soldados norteamericanos utilizaron otros productos químicos letales como el denominado agente naranja, un herbicida "invisible", pero altamene tóxico que aún hoy provoca importantes discapacidades a parte de la población infantil del país, debido a una herencia genética, ya que sus progenitores acumularon toxinas en su organismo procedentes de este producto químico.

Sus padres fueron, por lo general, combatientes del vietcong en las selvas regadas con este herbicida o simplemente población civil que cazó o buscó alimento y agua en estos hábitat contaminados.

Un alto porcentaje de niños sufren epilepsias graves, discapacidades físicas y psíquicas. Debido a la penosa situación económica del país no existen centros médicos que ayuden a estos enfermos y sus familias. En general son las propias familias quienes les cuidan, poniendo todo su empeño y escasos medios. Algunos padres tienen a todos sus hijos supervivientes enfermos. Se preguntan quienes cuidarán de estos niños o adolescentes cuando ellos no estén...


Me imagino sin mucho esfuerzo el infierno que deben vivir cada día.

Una asociación de excombatientes y víctimas del agente naranja, así como las familias de las víctimas de este horror, han presentado varias demandas al Gobierno norteamericano, culpable directo de esta situación y a las empresas químicas. Hasta ahora estas demandas han sido desestimadas, lo que me parece una injusticia tremenda, porque deberían subsanar, en parte el daño físico y moral de estas pobres gentes.

Me pregunto qué hará la nueva administración demócrata al respecto.


¿Qué hará Obama, El hombre del cambio, el presidente de mirada franca y sincera?.

Estas personas necesitan ayuda porque su situación es verdaderamente desesperada.

Ahora es el momento de pagar de alguna forma esta deuda histórica, Señor Presidente.


Os invito a ver este triste documental, sobre los efectos del agente naranja

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